Un equipo de fútbol es una organización sistémica con capacidad de aprender. Para que sea sistema han de desarrollarse las interacciones, las relaciones, las dependencias y las influencias.
Un jugador de fútbol es un sistema que al relacionarse e interaccionar con otros jugadores se convierte en un subsistema del sistema "Equipo". Si estos subsistemas se coordinan con sentido, tenemos un sistema. En cambio, si nada tiene que ver con nada, si no existe un modelo de juego (tema que trataremos en próximas publicaciones ya que es de rigor principal), si a los jugadores les invade una ceguera relacional y no perciben un objetivo común, entonces no existe equipo, no existe entidad sistémica, solo un mero conjunto de recursos humanos y materiales (¿cuántos equipos son así hoy en día? Me atrevería a decir que la mayoría).
En la siguiente imagen vemos 11 sistemas "jugador" no conectados. Cada uno pensando en ideas diferentes. Cada uno persiguiendo objetivos no comunes. Cada uno jugando por separado...
Sin embargo, en la imagen que viene a continuación podemos ver 11 subsistemas "jugador" conectados entre ellos formando un sistema al que llamaremos "Equipo". En este caso, todos se mueven, piensan y actuan bajo un mismo patrón: el MODELO DE JUEGO.
Cuando un jugador se integra en un equipo, debe asumir una pérdida de autonomía; entendiéndose por autonomía la "acción de manejarse con independencia del sistema del que se forma parte". Pero lo que sucede es que, al formar parte de un sistema, algo de su independencia se sacrifica, si no, no hay sistema, no hay equipo. Se produce un conflicto entre "ser uno mismo" y "pertenecer a un equipo". 2 objetivos contrapuestos pero bastante lógicos, que no solo pueden coexistir, si no que es conveniente que coexistan.
No olvidemos que la diversidad produce riqueza en la interacción. Como técnicos debemos coordinar y organizar el equipo respetando las individualidades. Este doble objetivo se consigue a través de un proceso adaptativo llamado ENTRENAMIENTO.
(Sacado de Juan Luis Martínez).
(Sacado de Juan Luis Martínez).
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