Sábado. 20:00 horas. Visitábamos a un rival que había ganado sus 2 partidos de liga hasta la fecha.
Comenzó el partido y el Atl. Estación se hizo con la posesión del balón. Tocaban en campo propio hasta intentar penetrar en campo contrario casi siempre a través de las bandas y de un juego muy veloz (poca conducción, muchos pases a un toque,...). Nuestra disposición sobre el campo era correcta, PERO NUESTRA ACTITUD NO! Por lo tanto, conforme avanzaron los minutos fuimos encajando goles. 1-0, minuto 21'. 2-0 minuto 27' y 3-0, minuto 38'. En todos estos goles hubo una constante que no paró de repetirse: LA FALTA DE INTENSIDAD DEFENSIVA (de todo el equipo) y en el juego, ya que no marcamos 1 a 1 en jugadas a balón parado, dejábamos al rival meterse dentro de nuestro área tocando el balón, los extremos y el delantero no iniciaban presión en las zonas establecidas, nula comunicación entre jugadores (nadie habla con nadie, ¿por qué? ¿solo sabemos hablar de cosas que no son fútbol?),...
A todo esto hay que sumar que no fuimos capaces de materializar nuestras ocasiones (algunas muy claras). Por el contrario, ellos, casi siempre que llegaban, era para crear mucho peligro...
Solo un mal arbitraje nos pudo ayudar a priori (ya que después nos quitaron lo que nos dieron). Digo esto porque justo antes del descanso el árbitro dejó con uno menos al Atl. Estación. Esto hacía que tuvieramos opciones.
En el descanso efectuamos 4 cambios. El por qué de esta revolución es fácil: algunos jugadores estaban amonestados y con este árbitro iban a durar poco en el campo, mientras que otros jugadores no dieron el nivel esperado. Por lo tanto, en estos casos, lo mejor es darle la oportunidad a otro compañero que entrena lo mismo que yo, y a lo mejor con más intensidad.
Aprovecho este momento para no dejar pasar las consecuencias que puede tener el hacer una mala semana de entrenamiento. Es muy probable que pases de ser titular a quedarte como última opción en el banquillo. EL ENTRENAMIENTO ES EL REFLEJO DE LA COMPETICIÓN. DIME COMO ENTRENAS Y TE DIRÉ COMO COMPITES.
Comienza la 2ª mitad y, como era de esperar, fuimos nosotros los que llevamos la iniciativa. Ellos se limitaban a estar replegados en su campo y a esperar para salir al contraataque. No obstante no fuimos inteligentes, ya que en vez de mandar balones a campo contrario rápidamente, nos empeñabamos en jugarlos desde atrás, momento en el que ellos aprovechaban para salir de su campo y robarnos en la elaboración. Durante los primeros 15 minutos de la segunda parte tuvimos varias ocasiones pero ninguna llegó a buen puerto. Por lo tanto cada vez era más difícil. Además, conforme pasaron los minutos, ellos se empezaron a estirar en el campo y salieron de la cueva creando alguna ocasión de peligro. Nuestro objetivo era el gol, PERO NO PODEMOS HACER GOL SIN JUGADORES DENTRO DEL ÁREA, NI PODEMOS HACER GOL SI NO DISPARAMOS A PUERTA, NI PODEMOS HACER GOL SI NADIE CENTRA LOS BALONES QUE LLEGAN EN PROFUNDIDAD A LAS BANDAS. Estos 3 conceptos fueron claves para no poder hacer más que un solitario gol en el minuto 85 precisamente, mediante un disparo desde fuera del área (Curioso, ¿no?).
Acaba el partido y damos una mala imagen contra un equipo que no es tan superior a nosotros como dicta el marcador final (3-1).
Me preocupan varios aspectos, pero sobre todo la falta de INTENSIDAD durante el juego y la falta de AMOR PROPIO. Somos un equipo con poca MORAL. Hasta que no consigamos mejorar esto, no podremos mirar hacia arriba.
¡NECESITO LÍDERES DENTRO DEL CAMPO! JUGADORES QUE TENGAN CARISMA PARA ANIMAR A SUS COMPAÑEROS Y LEVANTARLOS DESPUÉS DE UN DURO GOLPE.

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